Uno de los primeros temas a tratar en protocolo es o debería ser los tratamientos, no sólo cual es el tratamiento correspondiente a cada persona o autoridad, si no también cómo usarlos.
Muchas de las preguntas que a menudo se hace la gente con referencia a este tema es:
¿Y cómo me dirijo a él/ella?
¿Tengo que decir todo el tratamiento cada vez que me dirijo a él/ella?
Suele ocurrir que cuando tenemos la inauguración de unas nuevas instalaciones, una nueva fábrica, un aniversario o alguna presentación, queremos hacer una gran celebración, solemos invitar a alguna autoridad local, provincial, autonómica, estatal o incluso internacional. Las dudas suelen empezar al escribir las invitaciones y una vez confirman su asistencia, entonces se multiplican.
Siempre es mejor contar con alguien experto en estos temas desde el principio, alguien con experiencia que domine todos los pasos a seguir.
Empezaremos este artículo por el principio, por donde encontrar los tratamientos correctos y como aplicarlos.
Los tratamientos pueden venir definidos por razones de cargo o por razones de mérito. Los de cargo suelen ser limitados en el tiempo (cargos empresariales, políticos, etc.). Aunque algunos perduran (hay que saber cuáles son).
Los de mérito (o título) suelen ser vitalicios, es decir, perduran mientras lo haga la persona que ostenta ese mérito o título.
La utilización del tratamiento adecuado, es un símbolo de respeto hacia la persona a la que se dirige.
Encontrar los tratamientos correctos, hoy en día, es una tarea fácil, ya que muchas universidades, incluso muchas instituciones, las tienen colgadas en internet, solo hace falta poner en un buscador: tratamientos protocolarios y voilà.
No todos los que están colgados son correctos, lo mejor es ir a la web de la institución en sí y buscarlo en ella o bien, preguntar a sus servicios de protocolo, que normalmente los tienen y nos darán esa información y la que necesitemos de más.
Una vez hemos hallado el tratamiento correcto, haremos la carta o la invitación. Para ello hace falta saber que el tratamiento viene dado por el cargo pero acompaña siempre al nombre y apellido, es decir, no se debe decir, aunque se utiliza a menudo, Excelentísimo Presidente, esto es incorrecto, siempre es Excelentísimo Señor Don Nombre y apellido, presidente de XY.
En español se usa el Señor Don pero es una fórmula arcaica que tenderá a desaparecer.
También cabe destacar que los tratamientos se abrevian juntos, es decir, si abreviamos el Excelentísimo (Excmo.) También lo haremos con el Señor (Sr.) y con el Don (D.) y si no lo abreviamos entonces no abreviamos nada y sería Excelentísimo Señor Don Nombre y apellido, cargo.
Una vez nos han confirmado la asistencia de la autoridad y tenemos todo preparado, llegan las dudas y los nervios ante el saludo y el discurso.
Hay que saber que lo normal es dirigirse a la autoridad por su cargo, no por el tratamiento ni por el tratamiento + el cargo, por ejemplo:
- Bienvenido alcalde, presidente, ministro, etc.
Hay que evitar el muy a menudo usado: (ya que es incorrecto)
- Bienvenido Excelentísimo Presidente
Al contrario en inglés, sobretodo americano se utiliza Mr. Con el cargo, así vemos:
Mr. President / Mr. Speaker / Madam President
Y también el cargo con el apellido: (En inglés británico, generalmente sólo con doctores y títulos nobiliarios)
President Trump / Mayor Smith / Pope Francis
Cabe destacar que en inglés, sobretodo el americano, el tratamiento que se usa normalmente es el de Mr. / Mrs. / Madam, no exiten más.
En el inglés británico si que existen más, pero su estudio nos daría para otro artículo entero.
Lamentablemente, las lenguas anglosajonas, cada día influyen más en nuestro vocabulario y en nuestras formas y tendemos a imitar los usos que ellos dan a los tratamientos o honorifics.
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